(Español) 30 de enero del 2014
Nueve consiguieron la dación en pago para liquidar su deuda, a través del programa de interlocución hipotecaria
Han cumplido puntualmente con el pago de la hipoteca hasta que el desempleo se ha instalado en sus vidas y se han encontrado sin un salario; sin su fuente principal de ingresos. 52 familias de Miranda se han visto obligadas a llamar a la puerta de las administraciones para solicitarlas un papel mediador activo en la renegociación de sus créditos con los bancos. El programa de Interlocución Hipotecaria, como se conoce a esta herramienta que comenzó a funcionar en noviembre de 2012, ha conseguido cerrar 21 casos con acuerdo.
Una trabajadora social y la letrada del Ayuntamiento son las dos piezas clave de un servicio que se presta los martes de 12.00 a 14.00 horas en el Centro Cívico Raimundo Porres y al que solo se puede recurrir con solicitud previa llamando al número 012.
La oficina central de Valladolid es la que coordina las peticiones. Posteriormente, los afectados mantienen encuentros personales con las empleadas de Servicios Sociales. Reciben orientación sobre las distintas salidas que puede tener cada situación, les ayudan a recabar la documentación necesaria y, en definitiva, acompañan a los afectados en todo el proceso de la negociación con las entidades bancarias. Desde su puesta en funcionamiento llega de media un caso nuevo cada semana.
«La labor que se está llevando a cabo es muy importante», subraya la responsable del departamento de Servicios Sociales, Aitana Hernando. El perfil del solicitante es el de un cabeza de familia, de entre 35 a 45 años, con hijos a su cargo, que se ha encontrado con una situación de insolvencia, sobrevenida por la pérdida de su puesto de trabajo bien como empleado por cuenta ajena, bien como autónomo.
En la construcción
En la mayoría de los casos, su vínculo laboral estaba en el sector de la construcción, el más castigado por el impacto de la crisis. En muchos de los casos, además, cuentan con apoyo familiar para la cobertura de las consideradas como necesidades básicas de subsistencia.
24 solicitudes se encontrarían en proceso de interlocución en estos momentos. «Se está trabajando con ellos». De los 21 casos resueltos «de manera satisfactoria», con doce se ha conseguido una reestructuración de la hipoteca que incluía cinco años de carencia.
Nueve expedientes se cerraron después de que la entidad acreedora asumiese la dación en pago -solo uno se derivó a vivienda de alquiler social, otro accedió a una VPO en la calle Los Hornos. El resto, con familiares y alquiler en el mercado libre-. «Lo importante es que todas estas personas fueron atendidos y es un número importante el que ha cerrado acuerdo», subrayó Hernando.
Fuente: El Correo
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